El otro lado de Veronika
Siempre pensé que las ocasiones hay que aprovecharlas, pero aquello
era el día de suerte para mi. Mi padre era afable y siempre fue una persona
bonachona. Nunca imagine que aquel señor bonachón era tan dado a
aventuras tan excitantes. Al morir me regalo solo una cosa. Una cosa que solo podía usarlo para
cualquier cosa que no tuviera valor económico, esa era la única condición.
Al quedarme sola, me consolé viendo porno, y me encantaban ver a
señores maduros, aprovechándose de jóvenes inexpertas pero ansiosas de
vivir experiencias extremas. ¿ Porque me excitaba tanto aquello?
En mi trabajo de croupier en un casino a las afuera de Madrid, era bien
considerada, era guapa, y me vestía sexy, aunque solo en la intimidad. Me
vestía con aquellas cosas que veía, y decidí un día probar con el bondage. Mis
compañeros me tenían como sería y profesional, era una dura negociadora del
sindicato de trabajadores de casinos. Nunca pensarían que aquellas dura
negociadora era una perrita cuando se trataba de sexo. Contra mas dura era el
día, más deseaba ser castigada. Y lo señores mayores era mi especialidad.
No podía pensar que esos señores mayores, que eran como mi padre, me iban
a tratar como me gustaba, como una perrita, atada con un collar al cuello.
Un día de fin de semana, que había sido muy intensa la jornada, estaba
deseando acabar la jornada y irme a descansar. Llegue a casa tarde, y allí
estaba el espejo: “Úsalo para algo que te produzca felicidad”, sonaba en mi
cabeza las palabras de mi padre. Abrí el ordenador, y encendí Netflix, comencé
a ver la Sr. Flechert, esa serie de milf que entra a ver una película porno y se
queda atrapada por el Sr. de los sueños. Pero aquello no me satisfacía, yo quería mas, ser sometida, usada.
Comencé a usar un lubricante para mi trasero, quería entrenar mi trasero para
que cuando hubiera ocasión alguien me pudiera follar por ahí y quedar
satisfecho. Solo quería ser una perrita obediente que dejara satisfecho a mis
amos. ¡Que placer dejar de tomar decisiones y entregarme a alguien ! Haced
lo que queráis de mi. Me había fijado en un compañero que me acompañaba a la salida todos
los días y hasta había soñado con trabajarme al mozo para que fuera mi
compañero de juegos. Pero no, me daba miedo que alguien supiera mis gustos
extremos. Veka, como la llamaba su padre era juguetona, y paso de jugar a las
muñecas a ser ella la muñeca, y quería que la vistieran, moldearan, dieran
forma. El pelo era su orgullo, por nada del mundo le gustaba que alguien se lo
tocara, o pretendiera poseerlo. Era como Sansón, su fuerza, su fe en ella
misma radicaba en eso. No podría imaginar que alguien pujara por ello. Te
figuras a Veka rapada al cero y paseada por una pasarela. Entregada a su
comprador para deleite del su dueño. ¡No! No y no, se dijo a ella misma volviendo de su sueño. ¡ Que tus sueños no se cumplan ! Le decía una voz dentro de ella. Y allí estaba el espejo de su padre esperando a darle todo lo
que la hiciera feliz. ¡Niña! Que tus sueños no se cumplan. El señor de los sueños puede atraparte y
no dejarte salir del espejo. Deseo probar eso, que me excita, ser paseada por la pasarela como un
juguete que se alquila para una fiesta- Se decía a ella misma- ¡Necesitas una razón! Así podrás volver de tu sueño y elegir. No dejes que te at****- Le decía una voz dentro de ella - ¡Ya lo tengo ! Me hago pasar por una amiga, que necesita el dinero, se lo doy
y puedo mostrar esta razón ante el señor de los sueños. Y empezó a prepararse. Llamo para ello a una pareja de amigos. Ellos sabían
de esto. Y así fue. Su amiga Paula que era una buena coleccionista de objetos
para el placer trajo su arsenal mas íntimo. Prefería las mordazas japonesas,
por las que tenia una especial atracción. Luego trajo una cuerda de cáñamo
que suelen ser un poco áspera para la piel, pero ella le pasaba una crema de
caballo para quitarle esa aspereza. Le daba un brillo a la cuerda que
contrastaba con lo rústico de la misma. Ideal para atar los brazos atrás, con las
manos sobre los antebrazos. Esta mordaza te sentara perfecta con esta
cuerda- Le dijo. Y para los pezones eligió una arandelas que se cerraban sobre
ellas y provocaban una sensación de estar poseída por un señor muy
autoritario. Así lucia nuestra Veka, con su mordaza japonesa que la dejaría como la perrita
que era. Un bondage que le hacia ser la sumisa que siempre soñó y sus
pezones bien prietos para que cuando se los quitaran solo soñara con ser
apretados de nuevo por las manos de un hombre. Soñaba con ser monoseada,
apretadas sus tetas con fuerza. Ese deseo de pensar todo lo que le iban a
hacer, sedujo su imaginación. Su amigo la cubrió con una tela como una efigie
en mármol que acabaran de esculpir y debe ser velada antes de ser mostrada.
La condujeron bajo un dintel que debía franquear como entrada a su templo
especial donde se exhiben las novicias. Ella era una novicia deseosa de ser
iniciada. Ser juguete de juegos sexuales y usada como tal era tema de
preparación. Y ella como talismán para no ser eternamente sometida, llevaba
en su lengua la moneda que debía entregar al señor de los sueños, símbolo de
que todo el dinero conseguido en la puja por su cuerpo debía ser donado a
alguna causa justa. Pasaría de novia a adoratriz de causas altruistas. Solamente para conseguir la
felicidad. Creyó oír la voz de su padre. Solo pensar en lo que le esperaba era excitante. Ella esperaba debajo del gran
velo que cubría todo su cuerpo, desnuda y bien rapada en sus partes mas
intimas para sentir las vergas que la penetrarían. Su pelo recogido y atado
bien con una cinta blanca para poder ser agarrada cuando una polla fuera
introducida en su boca hasta la garganta que la haría tener arcadas y llorar.
Sus ojos llorosos de tanto placer la harían atragantarse ante semejante trato. Pero lo mejor estaba por llegar.
Caminó por la pasarela con el velo y los allí presentes pujaban por ella en una
timba de cantidades. Una mujer pujo por ella para pedir aquello que ella temía
más. Lo único que la dejaría como muestra de lo que era, una puta que
vendería su más preciado posesión corporal. ¡ Alguien ofrece mas por su pelo ! Se oyó en la sala de forma ostentosa sin
miramiento. ¡Adjudicada! Pocas veces ocurría , pero aquella era una ocasión.
Al caer el velo al suelo, todo estaba ya vendido. Dos señores maduros se dirigieron a ella, y le quitaron la mordaza con la que
exhibía su lengua. Uno de ellos retiro la moneda que portaba la lengua y se la
dio al señor de los sueños. Hizo arrodillarse a Veka y los dos acercaron sus
vergas a su boca. Veka estaba tan excitada que lamio las dos vergas con
inusitado gusto hasta ponerlas duras y grandes. Uno de ellos que tenia la mas
gruesa se apiado de ella y le dijo a su compañero- Folla el culo mientras yo
le hago mi especial- Veka fue cogida en volandas y clavado su culo en la polla
de uno de los hombres. Su coño aparecía bien abierto y lubricado, lo que hizo
que el de la gran verga se excitara mucho. La agarro de los pezones y le subío
las tetas hasta arriba y las dejo caer. Una corriente de placer recorrió el cuerpo
de Veka que no daba crédito a tamaño placer. Enculada como un clavo a la
madera, con su clítoris abierto y los pezones agarrados hasta arriba y dejan_
dolos caer. La mujer que había pujado por su pelo, se acerco y toco el clítoris
que Veka ya exhibía con sus labios grandes, la sonrisa vertical de Veka era de
felicidad, tal y como su padre le había pronosticado. Trabajada por detrás como
un objeto que es clavado a un pincho, y mastubada por las hábiles manos de la
desconocida compradora de su pelo. ¿ Cual sería lo siguiente?
El hombre de la gran verga no perdió la ocasión. La agarro del penacho de
pelo que lucía bien atado hacia arriba, y le acerca su polla a la boca. Veka saco
su lengua y comenzó a lamerla revoloteando con su lengua el prepucio que él le iba
indicando. Situó su cabeza de manera que la lengua comiera y chupara los
pelotas del hombre y él fue recorriendo todas las partes de sus pelotas. Veka
era una tea ardiendo que había perdido la voluntad. Solo era conducida de
arriba abajo, hundiendo la polla en su culo, y su lengua recorriendo las partes
bajas de las pelotas de la gran polla. En un momento dado y en la posición que estaba, cogió su polla y la
introdujo en su coñito que estaba bien abierto después de haber sido
masturbado por la mujer. Una doble penetración delantera trasformo a Veka en
lo que siempre había querido, ese juguete sexual, usado a placer por aquellos
que lo habían comprado. Cuando los dos se corrieron dentro de ella, Veka estaba exhausta de tamaño
ejercicio. Pero quería más y así se lo dijo a ellos. Su culo estaba bien abierto,
después de haberla penetrado bien profundo y lucia en todo su esplendor un
enorme agujero que deseaba llenar.
Dos voluntarios que quieran acabar con esta perra- Grito la mujer que había
pujado por ella y su pelo- Luego será mía- Quiero verla bien follada para el
siguiente numero que es mío. Veka sintió miedo por primera vez. El placer era intenso, pero estaba cerca del
limite. Una mujer con todo el poder sobre ella, era la sumisión total que la
obligaría a darle su mas preciada posesión. De pronto dos jóvenes salieron de entre el público, uno de ellos parecía ser
conocido de Veka, ella lo reconoció. Era su compañero de trabajo, aquel que le
acompañaba a la salida del trabajo. – Daré cuenta de esta mujer si aceptas una condición- Dijo uno de los
jóvenes. – Dejarás que te recompre el pelo que tu has ganado- La mujer miro con
curiosidad al joven y le dijo- Si eres capaz de untarla bien de lubricante
para que luzca reluciente en una doble penetración que quiero ver.
– Hecho, así lo hare- Veka fue untada con un lubricante por su cuerpo que
ya brillaba del todo. Veka fue situada encima de uno de los jçovenes que preparo su verga. Una
buena verga donde el coñito de Veka entro con prontitud, abierto como estaba
de las anteriores acometidas. Al entrar dentro de su vagina, toco las paredes y
entonces todos las terminaciones nerviosas comenzaron a cantar un concierto
que convirtieron la cara de Veka en éxtasis de placer. Haciendo un ocho y
recostandose para atrás logro sentir el orgasmo mas grande que pudo
imaginar. En ese momento fue sujeta por el otro joven que montándose por
detrás puso la cabeza de su polla en la apertura de su trasero. Comenzó a
empujar y abrirse paso entre las paredes de su ano. Le dolía a Veka, pero le
gustaba. Bombeando los dos fue consumado la entrega total de Veka, que
finalmente gritaba y les pedía que se la metieran hasta romperla en dos,
hasta perder la conciencia de si misma, pertenecía a aquellos que las estaban doblemente
follando. La mujer que la observaba, le dijo- Como me gusta ver a una jovencita
convertida en una perra. Una nueva adicta al sexo anal tenemos en la
manada. Espero verte de nuevo aquí muy pronto.
Después de correrse dentro de ella y quedar exhaustos, se fueron a los
cuartas de aseos, se ducharon juntos, y vistieron.
A la mañana siguiente, Veka se levanto. A su lado los dos amigos dormían
junto a ella. Ya nunca tendría que caminar al otro lado del espejo. Sus dos
amigos la complacerían cuando quisiera. El ser
humano suele caer varias veces en el mismo error. El ser humano elige su destino. Y hay que complacerle. Ponemos
tanto ardor en los éxitos como en los fracasos.
Удалено
Удалено
era el día de suerte para mi. Mi padre era afable y siempre fue una persona
bonachona. Nunca imagine que aquel señor bonachón era tan dado a
aventuras tan excitantes. Al morir me regalo solo una cosa. Una cosa que solo podía usarlo para
cualquier cosa que no tuviera valor económico, esa era la única condición.
Al quedarme sola, me consolé viendo porno, y me encantaban ver a
señores maduros, aprovechándose de jóvenes inexpertas pero ansiosas de
vivir experiencias extremas. ¿ Porque me excitaba tanto aquello?
En mi trabajo de croupier en un casino a las afuera de Madrid, era bien
considerada, era guapa, y me vestía sexy, aunque solo en la intimidad. Me
vestía con aquellas cosas que veía, y decidí un día probar con el bondage. Mis
compañeros me tenían como sería y profesional, era una dura negociadora del
sindicato de trabajadores de casinos. Nunca pensarían que aquellas dura
negociadora era una perrita cuando se trataba de sexo. Contra mas dura era el
día, más deseaba ser castigada. Y lo señores mayores era mi especialidad.
No podía pensar que esos señores mayores, que eran como mi padre, me iban
a tratar como me gustaba, como una perrita, atada con un collar al cuello.
Un día de fin de semana, que había sido muy intensa la jornada, estaba
deseando acabar la jornada y irme a descansar. Llegue a casa tarde, y allí
estaba el espejo: “Úsalo para algo que te produzca felicidad”, sonaba en mi
cabeza las palabras de mi padre. Abrí el ordenador, y encendí Netflix, comencé
a ver la Sr. Flechert, esa serie de milf que entra a ver una película porno y se
queda atrapada por el Sr. de los sueños. Pero aquello no me satisfacía, yo quería mas, ser sometida, usada.
Comencé a usar un lubricante para mi trasero, quería entrenar mi trasero para
que cuando hubiera ocasión alguien me pudiera follar por ahí y quedar
satisfecho. Solo quería ser una perrita obediente que dejara satisfecho a mis
amos. ¡Que placer dejar de tomar decisiones y entregarme a alguien ! Haced
lo que queráis de mi. Me había fijado en un compañero que me acompañaba a la salida todos
los días y hasta había soñado con trabajarme al mozo para que fuera mi
compañero de juegos. Pero no, me daba miedo que alguien supiera mis gustos
extremos. Veka, como la llamaba su padre era juguetona, y paso de jugar a las
muñecas a ser ella la muñeca, y quería que la vistieran, moldearan, dieran
forma. El pelo era su orgullo, por nada del mundo le gustaba que alguien se lo
tocara, o pretendiera poseerlo. Era como Sansón, su fuerza, su fe en ella
misma radicaba en eso. No podría imaginar que alguien pujara por ello. Te
figuras a Veka rapada al cero y paseada por una pasarela. Entregada a su
comprador para deleite del su dueño. ¡No! No y no, se dijo a ella misma volviendo de su sueño. ¡ Que tus sueños no se cumplan ! Le decía una voz dentro de ella. Y allí estaba el espejo de su padre esperando a darle todo lo
que la hiciera feliz. ¡Niña! Que tus sueños no se cumplan. El señor de los sueños puede atraparte y
no dejarte salir del espejo. Deseo probar eso, que me excita, ser paseada por la pasarela como un
juguete que se alquila para una fiesta- Se decía a ella misma- ¡Necesitas una razón! Así podrás volver de tu sueño y elegir. No dejes que te at****- Le decía una voz dentro de ella - ¡Ya lo tengo ! Me hago pasar por una amiga, que necesita el dinero, se lo doy
y puedo mostrar esta razón ante el señor de los sueños. Y empezó a prepararse. Llamo para ello a una pareja de amigos. Ellos sabían
de esto. Y así fue. Su amiga Paula que era una buena coleccionista de objetos
para el placer trajo su arsenal mas íntimo. Prefería las mordazas japonesas,
por las que tenia una especial atracción. Luego trajo una cuerda de cáñamo
que suelen ser un poco áspera para la piel, pero ella le pasaba una crema de
caballo para quitarle esa aspereza. Le daba un brillo a la cuerda que
contrastaba con lo rústico de la misma. Ideal para atar los brazos atrás, con las
manos sobre los antebrazos. Esta mordaza te sentara perfecta con esta
cuerda- Le dijo. Y para los pezones eligió una arandelas que se cerraban sobre
ellas y provocaban una sensación de estar poseída por un señor muy
autoritario. Así lucia nuestra Veka, con su mordaza japonesa que la dejaría como la perrita
que era. Un bondage que le hacia ser la sumisa que siempre soñó y sus
pezones bien prietos para que cuando se los quitaran solo soñara con ser
apretados de nuevo por las manos de un hombre. Soñaba con ser monoseada,
apretadas sus tetas con fuerza. Ese deseo de pensar todo lo que le iban a
hacer, sedujo su imaginación. Su amigo la cubrió con una tela como una efigie
en mármol que acabaran de esculpir y debe ser velada antes de ser mostrada.
La condujeron bajo un dintel que debía franquear como entrada a su templo
especial donde se exhiben las novicias. Ella era una novicia deseosa de ser
iniciada. Ser juguete de juegos sexuales y usada como tal era tema de
preparación. Y ella como talismán para no ser eternamente sometida, llevaba
en su lengua la moneda que debía entregar al señor de los sueños, símbolo de
que todo el dinero conseguido en la puja por su cuerpo debía ser donado a
alguna causa justa. Pasaría de novia a adoratriz de causas altruistas. Solamente para conseguir la
felicidad. Creyó oír la voz de su padre. Solo pensar en lo que le esperaba era excitante. Ella esperaba debajo del gran
velo que cubría todo su cuerpo, desnuda y bien rapada en sus partes mas
intimas para sentir las vergas que la penetrarían. Su pelo recogido y atado
bien con una cinta blanca para poder ser agarrada cuando una polla fuera
introducida en su boca hasta la garganta que la haría tener arcadas y llorar.
Sus ojos llorosos de tanto placer la harían atragantarse ante semejante trato. Pero lo mejor estaba por llegar.
Caminó por la pasarela con el velo y los allí presentes pujaban por ella en una
timba de cantidades. Una mujer pujo por ella para pedir aquello que ella temía
más. Lo único que la dejaría como muestra de lo que era, una puta que
vendería su más preciado posesión corporal. ¡ Alguien ofrece mas por su pelo ! Se oyó en la sala de forma ostentosa sin
miramiento. ¡Adjudicada! Pocas veces ocurría , pero aquella era una ocasión.
Al caer el velo al suelo, todo estaba ya vendido. Dos señores maduros se dirigieron a ella, y le quitaron la mordaza con la que
exhibía su lengua. Uno de ellos retiro la moneda que portaba la lengua y se la
dio al señor de los sueños. Hizo arrodillarse a Veka y los dos acercaron sus
vergas a su boca. Veka estaba tan excitada que lamio las dos vergas con
inusitado gusto hasta ponerlas duras y grandes. Uno de ellos que tenia la mas
gruesa se apiado de ella y le dijo a su compañero- Folla el culo mientras yo
le hago mi especial- Veka fue cogida en volandas y clavado su culo en la polla
de uno de los hombres. Su coño aparecía bien abierto y lubricado, lo que hizo
que el de la gran verga se excitara mucho. La agarro de los pezones y le subío
las tetas hasta arriba y las dejo caer. Una corriente de placer recorrió el cuerpo
de Veka que no daba crédito a tamaño placer. Enculada como un clavo a la
madera, con su clítoris abierto y los pezones agarrados hasta arriba y dejan_
dolos caer. La mujer que había pujado por su pelo, se acerco y toco el clítoris
que Veka ya exhibía con sus labios grandes, la sonrisa vertical de Veka era de
felicidad, tal y como su padre le había pronosticado. Trabajada por detrás como
un objeto que es clavado a un pincho, y mastubada por las hábiles manos de la
desconocida compradora de su pelo. ¿ Cual sería lo siguiente?
El hombre de la gran verga no perdió la ocasión. La agarro del penacho de
pelo que lucía bien atado hacia arriba, y le acerca su polla a la boca. Veka saco
su lengua y comenzó a lamerla revoloteando con su lengua el prepucio que él le iba
indicando. Situó su cabeza de manera que la lengua comiera y chupara los
pelotas del hombre y él fue recorriendo todas las partes de sus pelotas. Veka
era una tea ardiendo que había perdido la voluntad. Solo era conducida de
arriba abajo, hundiendo la polla en su culo, y su lengua recorriendo las partes
bajas de las pelotas de la gran polla. En un momento dado y en la posición que estaba, cogió su polla y la
introdujo en su coñito que estaba bien abierto después de haber sido
masturbado por la mujer. Una doble penetración delantera trasformo a Veka en
lo que siempre había querido, ese juguete sexual, usado a placer por aquellos
que lo habían comprado. Cuando los dos se corrieron dentro de ella, Veka estaba exhausta de tamaño
ejercicio. Pero quería más y así se lo dijo a ellos. Su culo estaba bien abierto,
después de haberla penetrado bien profundo y lucia en todo su esplendor un
enorme agujero que deseaba llenar.
Dos voluntarios que quieran acabar con esta perra- Grito la mujer que había
pujado por ella y su pelo- Luego será mía- Quiero verla bien follada para el
siguiente numero que es mío. Veka sintió miedo por primera vez. El placer era intenso, pero estaba cerca del
limite. Una mujer con todo el poder sobre ella, era la sumisión total que la
obligaría a darle su mas preciada posesión. De pronto dos jóvenes salieron de entre el público, uno de ellos parecía ser
conocido de Veka, ella lo reconoció. Era su compañero de trabajo, aquel que le
acompañaba a la salida del trabajo. – Daré cuenta de esta mujer si aceptas una condición- Dijo uno de los
jóvenes. – Dejarás que te recompre el pelo que tu has ganado- La mujer miro con
curiosidad al joven y le dijo- Si eres capaz de untarla bien de lubricante
para que luzca reluciente en una doble penetración que quiero ver.
– Hecho, así lo hare- Veka fue untada con un lubricante por su cuerpo que
ya brillaba del todo. Veka fue situada encima de uno de los jçovenes que preparo su verga. Una
buena verga donde el coñito de Veka entro con prontitud, abierto como estaba
de las anteriores acometidas. Al entrar dentro de su vagina, toco las paredes y
entonces todos las terminaciones nerviosas comenzaron a cantar un concierto
que convirtieron la cara de Veka en éxtasis de placer. Haciendo un ocho y
recostandose para atrás logro sentir el orgasmo mas grande que pudo
imaginar. En ese momento fue sujeta por el otro joven que montándose por
detrás puso la cabeza de su polla en la apertura de su trasero. Comenzó a
empujar y abrirse paso entre las paredes de su ano. Le dolía a Veka, pero le
gustaba. Bombeando los dos fue consumado la entrega total de Veka, que
finalmente gritaba y les pedía que se la metieran hasta romperla en dos,
hasta perder la conciencia de si misma, pertenecía a aquellos que las estaban doblemente
follando. La mujer que la observaba, le dijo- Como me gusta ver a una jovencita
convertida en una perra. Una nueva adicta al sexo anal tenemos en la
manada. Espero verte de nuevo aquí muy pronto.
Después de correrse dentro de ella y quedar exhaustos, se fueron a los
cuartas de aseos, se ducharon juntos, y vistieron.
A la mañana siguiente, Veka se levanto. A su lado los dos amigos dormían
junto a ella. Ya nunca tendría que caminar al otro lado del espejo. Sus dos
amigos la complacerían cuando quisiera. El ser
humano suele caer varias veces en el mismo error. El ser humano elige su destino. Y hay que complacerle. Ponemos
tanto ardor en los éxitos como en los fracasos.
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4 года назад